Parábolas de nuestra historia

Lunes de la decimoséptima semana del tiempo ordinario

Libro de Jeremías 13,1-11.

Porque así como la faja se adhiere a la cintura del hombre, así yo me había adherido a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá -oráculo del Señor- para que ellos fueran mi pueblo, mi renombre, mi honor y mi gloria.

Deuteronomio 32,18-19.20.21.

Despreciaste a la Roca que te engendró,
olvidaste al Dios que te hizo nacer.

Por ello les ocultaré mi rostro, para ver en qué terminan.

Evangelio según San Mateo 13,31-35.

«El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa».
Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.

Así entendemos hoy la Palabra. Según ha sucedido nuestra historia, hemos de reconocer muchas «pequeñas e inconscientes parábolas – al menos yo, amanuense/testigo desde el principio, entendidas de forma claras, visibles, urgentes y necesarias que, las expresamos así:

«Como la faja se adhiere a la cintura del hombre, así Yo me adherí a esta historia desde el comienzo, oráculo del Señor. Por eso, «Tu Tierra», recibió el nombre de Pueblo de Dios, para que todos fuesen Mi Pueblo, para mi honor y mi gloria.

El tiempo, las circunstancias y la posibilidad que debía madurar para ser entendida desde su andadura en Libertad evangélica, dejó a un lado a la Roca que lo engendró, al Dios que se manifestó sin proyecto de nadie, y lo hizo nacer manifestando paso a paso lo que quería de dicha historia, que debía convertirse en «Profecía Conjunta y Misericordiosa».

Les ocultaré mi rostro, para ver en qué terminan.

«El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa».

Hablándonos en parábolas, nos fue mostrando realidades y anunciándonos valores que estaban ocultos desde la creación del mundo.

«El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura»

«El placer de Servir, conocimiento profundo de la Ultimidad. La Libertad Evangélica, que debía ser alcanzada en el corazón desde la inconsciencia y el desconocimiento humanos de su valor, presente en todos. El Todos Juntos, máxima expresión universal de la Comunión Trinitaria, que debe realizarse en la tierra como en el cielo. Y junto a éstos, una sobreabundancia de insinuaciones olvidadas:

Ciudad Joven, para dar Vida a lo que muere. La parábola de la escoba, Comunidad Fermento, el olivo y el olivar, las gafas sucias, el sueño de Amor, de y entre los distintos, el Dios de la Tierra, profecía inquebrantable, profunda, inocente, sin posible traducción… Más, todas ellas no serán entendidas de no producirse «entre todos» una «Conciencia de Comunión Trinitaria», intuida, trabajada y alcanzada desde la complementariedad, que se dará cuando exista en cada corazón la necesidad «interactiva» de todos los carismas y servicios que el Espíritu de Dios suscitó para que todos ocupasen el lugar dado por Él a cada uno.

Ésta, la última parábolaIMG_6706.
IMG_6709El tren de la Vida sigue pasando ante nosotros, ¿nos subimos?
IMG_6718Lo que hemos aprendido, lo que hemos entendido que existe en el cielo, hay que realizarlo en la tierra.

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Seguro que muchas veces nos sentiremos solo «cacharros inconscientes y amontonados», que no retienen el «Agua Viva»
IMG_6752Muchas veces como expuestos para anunciar cosas que la mayoría creen valorarlas, sin alcanzar a reconocen el valor y la trascendencia de lo que hacemos,IMG_6757es como andar por un túnel, que no sabemos hasta donde nos llevará…IMG_6762Hay que caminar, consultar juntos, reflexionar, rezar, saber realmente por qué hacemos lo que hacemos…IMG_6779Este año está siendo muy expresivo en infinitas situaciones que no pueden ser aparcadas,IMG_6785Hay que seguir aún sin saber, ha y que confiar… ¡Vale la pena! Aunque no nos entiendan, en lenguas que no sabemos, tantas veces mirados e incomprendidos, IMG_6788hemos de anunciar «a tiempo y a destiempo» que «Lo de Dios es otra cosa», distinta a lo que hemos entendido

IMG_6789 IMG_6797 IMG_6800Finalmente, quienes nos miren, lo que realmente se llevarán, será lo que esté anidando en nuestro corazón. Démosle gracias al Señor, por haberse fijado en nosotros.10517516_10202997150468694_5885575701688237500_n

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